Davys Montenegro Ríos
La guerra lanzada por Vladimir Putin en Ucrania está agudizando una crisis alimentaria que se configura como un potencial tsunami sociopolítico global. La ofensiva rusa ha exacerbado la tensión en un mercado que ya sufría una dinámica ascendente de precios. Las consecuencias son graves y quienes las experimentan en primera instancia son los millones de personas que se van sumando al círculo infernal del hambre y de la desnutrición por la fricción entre Estados en posición de fuerza y otros expuestos a la crisis en medio de maniobras proteccionistas, de acopio, de sanciones internacionales y otros movimientos de alto voltaje.