Conflictos internos en la Iglesia Ortodoxa Rusa

Leonel Alberto Alfaro

La destitución y multa de varios sacerdotes ortodoxos rusos por oponerse a la guerra en Ucrania refleja tensiones internas en la Iglesia. Cerca de 300 clérigos firmaron un pronunciamiento contra la invasión en marzo de 2022, siendo penalizados por las autoridades eclesiásticas y rusas. Esto evidencia la estrecha alineación ideológica de la Iglesia Ortodoxa Rusa con el Gobierno, obligando a los sacerdotes a elegir entre el silencio y la defensa de la paz.

Tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, varios sacerdotes ortodoxos rusos se encontraron en una encrucijada ética. Inicialmente, la Iglesia Ortodoxa Rusa recomendó rezar “por la paz”, pero más tarde cambió la oración a “por la victoria”. Este cambio generó conflictos entre los clérigos, algunos de los cuales se negaron a adoptar la nueva versión. Como consecuencia, algunos enfrentaron represalias y multas por parte de las autoridades eclesiásticas y estatales. Es el caso del sacerdote Ioann Koval, quien fue destituido de su servicio después de sustituir la palabra “victoria” por “paz” en una oración. “Con la palabra ‘victoria’, la oración adquirió un significado propagandístico, moldeando el pensamiento correcto entre los feligreses. Iba en contra de mi conciencia”, expresó Koval. Otros clérigos, como el padre Ilya Gavrishkiv, fueron obligados a realizar actos públicos de penitencia por expresar opiniones contrarias a la postura oficial de la Iglesia.

Uno de los defensores activos en la oposición a la guerra es el padre Andrej Kordočkin, quien enfrentó la suspensión como párroco de la catedral rusa de Santa María Magdalena de Madrid a principios de 2023. Colaborando con otros clérigos rusos en el extranjero, ha liderado la iniciativa conocida como “Paz a Vosotros”. Este proyecto tiene como objetivo compartir las historias de sacerdotes que han sufrido las repercusiones de expresar opiniones en contra de la guerra, mientras brinda apoyo financiero a las familias afectadas. Kordočkin destaca la solidaridad entre los sacerdotes pacifistas rusos, quienes, a pesar de estar dispersos geográficamente, mantienen una estrecha comunicación y se respaldan mutuamente.

Sin embargo, los sacerdotes rusos también enfrentan desafíos en sus relaciones con sus feligreses, tanto en su país como en el extranjero. La desconfianza hacia la jerarquía de la Iglesia y la división entre aquellos que apoyan o rechazan las acciones bélicas han generado un clima de incertidumbre. Kordočkin lamenta que muchos fieles hayan abandonado la iglesia después de que él expresara su oposición a la guerra. Como resultado, varios sacerdotes han optado por emigrar espontáneamente al extranjero en busca de establecerse en otras jurisdicciones ortodoxas, especialmente en el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.

La Iglesia Ortodoxa Rusa niega rotundamente la persecución y atribuye la destitución de los sacerdotes únicamente a sus declaraciones políticas. Según Vakhtang Kipshidze, subdirector del servicio de prensa de la Iglesia, los clérigos que se involucran en actividades políticas incumplen sus deberes canónicos y enfrentan sanciones. A pesar de su declaración de apoliticismo, la Iglesia promueve que los sacerdotes viajen a Ucrania para levantar la moral, bendiciendo a los soldados rusos antes del combate.

Fuente Foto: AP