Más ansiedad y depresión en adolescentes por el uso de las redes sociales

Un aumento del 145% en los niveles de ansiedad y un 161% en casos de depresión se ha registrado entre los adolescentes de Estados Unidos desde 2010, vinculado al uso de redes sociales como Instagram y TikTok, según el psicólogo Jonathan Haidt en su libro La generación ansiosa, respaldado por la Encuesta Nacional sobre la Salud y el Consumo de Drogas (NSDUH, por sus siglas en inglés).

Se trata de un fenómeno que no solo afecta a Estados Unidos, sino que se extiende a países desarrollados como Italia, donde adolescentes como Olivia, de 13 años, según narra el Corriere della Sera, experimentan dependencia del móvil, junto al miedo por un juicio social, que termina afectando su bienestar emocional y su vida cotidiana.

En este contexto, un estudio reciente publicado en JAMA Pediatrics en 2024 analizó 143 investigaciones que incluyeron datos de más de un millón de adolescentes, con el fin de cuantificar y comparar la relación entre el uso de redes sociales y los síntomas de ansiedad y depresión. Los hallazgos confirman que, a mayor tiempo de uso en estas plataformas, mayor es la presencia de estos síntomas, lo que pone de manifiesto el impacto negativo que las redes sociales ejercen sobre el bienestar emocional de los adolescentes y jóvenes.

Con la llegada de la alta velocidad en internet y la expansión del uso de smartphones equipados con cámaras frontales, las redes sociales se rediseñaron para captar la atención de los usuarios a través de notificaciones constantes y algoritmos que seleccionan contenido personalizado. Se trata de un cambio trascendental, según Haidt, que ha hecho a las redes sociales “perjudiciales para los jóvenes”.  De ser plataformas de conexión, pasaron a ser espacios que incentivan la búsqueda de validación social y el consumo continuo de contenido.

Son cambios estructurales que terminan influyendo en la conducta de los usuarios, en particular de los adolescentes, cada vez más ansiosos, sumidos en el miedo al futuro y a relaciones en la vida real. Jonathan Haidt propone que las escuelas tomen medidas efectivas, como el retiro de los teléfonos móviles durante el horario escolar, junto con el fomento del juego libre y desestructurado.

Estas estrategias según Haidt, ayudarían a los niños y adolescentes a estar más disponibles para generar habilidades sociales y emocionales saludables. Para el sociólogo Pierpaolo Donati es justamente el fortalecimiento de las interacciones primarias, en la familia, con los vecinos y amigos el remedio para contrarrestar la soledad, la ansiedad y la depresión que crece sobre niños y adolescentes.