Cuando el cine se convierte en oración
Álvaro Serrano

El pasado viernes se apagaban las luces de las mayoría de las aulas de España y se encendían los velones procesionales del Viernes de Dolores. Era el inicio simbólico de las tan esperadas vacaciones de Semana Santa, pero también – y más aún – la antesala sagrada del Triduo Pascual.
Estos días previos a la Pascua, es un tiempo propicio para compartir en familia y preparar el corazón para el misterio más alto de nuestra fe: la muerte y resurrección de Jesucristo. Aunque muchos padres aún tienen que ir a trabajar, o que el clima no acompañe para salir a la calle, este tiempo puede convertirse en una oportunidad única para crecer en la fe dentro del hogar.
¿Y si en vez de llenar los días de ruido y distracción con los teléfonos móviles, lo llenamos de historia que toquen el alma?
La lectura siempre es una fiel aliada, pero después de un trimestre largo, quizás una de las formas más vivas y conmovedoras de sumergirse en la Semana Santa sea a través del cine. El cine transforma lo que vemos, hace visible lo invisible, se interioriza la historia de una manera más real y ayuda a comprender con mayor hondura al protagonista: su alegría, su sufrimiento, su misión, pero… ¿y si pudieras acompañar a Jesús y a sus apóstoles a vivir la Pasión?.
En tiempos de ruido, rapidez e incertidumbre, elegir qué vemos también es una decisión espiritual. Las pantallas —muchas veces ventanas al desconcierto o la confusión moral— pueden transformarse en espacios de testimonio y de fe. El cine se convierte en un lugar de encuentro con Jesús, donde se puede poner rostro al sufrimiento, al bien o al mal. Una experiencia que nos hace vivir en primera persona el amor de María, o el de los discípulos o recorrer las calles de Jerusalén del siglo primero. ¿Te imaginas caminando al lado de Jesús? ¿sentir la tensión del Huerto, el peso de la Cruz, el silencio del sepulcro o la luz deslumbrante de la Resurrección?
Eso es lo que propone Famiplay, una plataforma de cine y entretenimiento con valores cristianos. Lejos de la imposición ideológica de muchas producciones actuales, esta plataforma busca rescatar el verdadero poder del cine como herramienta de entretenimiento y evangelización. Esta Semana Santa, se convierte en una aliada ideal para vivir los misterios de la Pasión con hondura, desde el corazón del hogar. Relájate desde el sofá de casa con tu familia sin sobresaltos, sin mensajes ocultos, sin contenidos que cuestionen el valor de la vida o la importancia de la familia. Aquí, lo que se ve, se cree. Y lo que se cree, se vive.
Ruben, fundador de famiplay nos cuenta cómo surgió la idea: “en 2018 cuando un grupo de productores preocupados porque las grandes plataformas no admitían contenido católico vimos la oportunidad de lanzar una plataforma de contenido familiar”. Y añade: “uno de los mayores retos es encontrar series o producciones con contenido rico de valores o apto para todos los miembros de la familia, aunque a día de hoy cuenta con dos mil títulos”. En esos títulos entre otros se puede encontrar contenido catequético, películas, comedias o dibujos animados.
“La mayor dificultad es que se conozca famiplay, el llegar a tanta gente que aún no nos conoce” pero ante ese esfuerzo siempre hay una recompensa pues detrás de las personas que usan la plataforma hay historias de conversión, personas que aburridas de todo encontraron la felicidad en las series y documentales que se ofrecen.
Durante estos días santos, en los que el recogimiento y el silencio invitan a contemplar el misterio más grande del amor divino, no todo tiene que ser desconexión o clausura. El cine católico —cuando es auténtico, bello y fiel— puede ser un modo de entrar en la Pasión, no solo con los ojos, sino con el alma.