El arte de saber escuchar, según el Papa Francisco

Alejandra Martínez

En su mensaje anual para el día de las comunicaciones sociales, el Papa Francisco propone para 2022 un tema sorprendente: “Escuchar con los oídos del corazón”, algo decisivo en la “gramática de la comunicación”. El día de las comunicaciones sociales se celebra este año el 29 de mayo, domingo de la Ascensión.

Después de dos años en los que el mundo estuvo detenido por la pandemia, que ha golpeado y herido a todos, la gente está necesitada de ser escuchada y consolada. En este contexto de recuperación económica, social y física, el Papa ha centrado su mensaje en una petición al mundo comunicación: que aprenda a escuchar de nuevo, algo fundamental para una buena información. Además, la búsqueda de la verdad comienza con la escucha.

Se habla mucho de que lo necesario para el buen periodista es tener hábitos intelectuales y morales propios, ser personas que saben valorar y reflexionar para luego comunicar haciendo justicia a la realidad. Sin embargo, ¿cómo hacer para descubrir la realidad? El año pasado el Papa reflexionó sobre la necesidad de “ir y ver” para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas. Este año se centra en la necesidad de escuchar con el corazón. “La buena comunicación… presta atención a las razones del otro y trata de hacer que se comprenda la complejidad de la realidad”.

El Santo Padre animó a los periodistas a “escuchar profundamente”, especialmente a los que tienen una historia que contar, como los migrantes. El Papa aconseja, independientemente de las posturas políticas y las medidas migratorias de cada país, a intentar no ver solo números o invasores peligrosos, “sino rostros e historias de personas concretas, miradas, esperanzas, sufrimientos de hombres y mujeres que hay que escuchar.”

El Papa Francisco precisa que la escucha es “condición de una buena comunicación”. Estas son, en síntesis, 3 ideas claves para ser un buen #comunicador qué #escucha con el corazón a los demás:

Ser paciente: Muchas veces que esperamos sólo “que el otro termine de hablar para imponer nuestro punto de vista”. Escuchemos con una atención interesada y atenta, sincera y honesta, para lograr un diálogo que llegue a puntos en común.

Capacidad de asombro: “Dejarse sorprender por la verdad, aunque sea un fragmento de verdad, en la persona que escuchamos”. Escuchar con esta disposición de ánimo es un enriquecimiento, porque siempre habrá alguna cosa, aunque sea mínima, “que puedo aprender del otro y aplicar a mi vida.”

En profundidad: Disponer el oído y vencer los prejuicios; ablandar la dureza de nuestros corazones.

(Foto: George Milton, Pexels.com)