Luis Amaurys Díaz Parra
El Papa Francisco ha celebrado una nueva audiencia en la plaza San Pedro ante varios miles de fieles, a los que ha saludado desde el papamóvil y ha aparecido con visibles dificultades a la hora de caminar debido a sus problemas de rodilla, que le han obligado a suspender algunos actos en su agenda.

En el vuelo de regreso a Roma durante su ultimo viaje a Malta, a inicio del mes de abril, el Papa Francisco comentó a los periodistas sus problemas de rodilla: “Mi salud es un poco caprichosa. Tengo un problema en la rodilla, que genera problemas locomotrices. Pero mejora, al menos ahora puedo andar. Hace dos semanas no podía ni eso. Es algo lento. Veamos si vuelve atrás, pero a esta edad uno no sabe ya cómo terminará el partido. Esperemos que vaya bien”, señaló.
El Papa Francisco, de 85 años, contó en este viaje con la ayuda de un montacargas lateral para subir al avión. Se le evitó así el dolor en la rodilla provocado por el esfuerzo al subir las escalerillas de la nave.
Guiado por los consejos de su médico, ha tenido que suspender algunas actividades de su apretada agenda y es que no puede permanecer muchas horas de pie. La oficina de comunicación del Vaticano se ha referido a ello por primera vez. “Debido al dolor de rodilla y por consejo médico, el papa Francisco ha interrumpido las actividades previstas para la jornada de hoy, incluida su participación en la reunión del Consejo de Cardenales, de la que hoy empezaba una nueva sesión”, informó en un breve comunicado la oficina de prensa del Vaticano.
Por otro lado, el Papa, no pudo celebrar la Vigilia pascual del Sábado Santo en la basílica de San Pedro, la cual fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, en cuya celebración Santo Padre se mantuvo sentado en una silla y luego pronunció la homilía.
Pero con todo el esfuerzo humano posible, el Papa presidió la celebración de la Pasión de Cristo en la basílica de San Pedro, exceptuando la postración en el suelo que se realiza al inicio de dicha celebración. Tampoco pudo presidir la misa del II Domingo de Pascua, dedicada a la Divina Misericordia. En su lugar lo hizo el arzobispo Rino Fisichella.
El intenso dolor que padece el Pontífice, cuyo sufrimiento físico es a veces visible en su rostro, abren algunas incógnitas sobre su apretada agenda. En especial sobre los tres exigentes viajes programados para los meses de junio y julio.
En su agenda tiene programada la visita al Líbano y quizá a Jordania el próximo 12 de junio. En el mes de junio se suma la Jornada Mundial de la Familia del 22 al 26 de junio, donde el pontífice tendrá algunas actividades masivas. En el mes de julio está ya confirmado el viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur y es muy probable que también se desplace a Canadá.
El lunes 2 de mayo, mantuvo un encuentro con representantes de la Federación Internacional de Farmacéuticos Católicos en la Casa Santa Marta, donde reside el Santo Padre, y no en el Palacio Apostólico, donde suelen realizarse este tipo de encuentros. El propio Papa explicó el motivo: “Esta audiencia debía ser en el Palacio Apostólico, pero a causa de mi rodilla es aquí. Perdónenme”.