Escuchar con los oídos del corazón

Iván Bravo Calvimontes

El 29 de mayo de 2022, Domingo de la Ascensión del Señor, se celebra la 56° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, y el tema propuesto por el Papa es “Escuchar con los oídos del corazón”, una invitación para hacer más humana la comunicación.

El Santo Padre recuerda que todo ser humano tiene un deseo profundo de ser escuchado, algo que “a menudo permanece escondido, pero que interpela a todos los que están llamados a ser educadores o formadores, o que desempeñen un papel de comunicador: los padres y los profesores, los pastores y los agentes de pastoral, los trabajadores de la información y cuantos prestan un servicio social o político”.

El título del mensaje ya es sugerente, escuchar más allá del sentido auditivo. O sea, la capacidad de conectar nuestro órgano vital para transformar la escucha en interiorización. Para evitar ser simplemente emisores que oyen y siguen adelante.

El periodista y el comunicador están invitados a conectar el oído con el corazón, exhortando a preocuparse del otro y de la sociedad, que está necesitada de deshacerse de todo aquello que aleja de la conexión corazón-oído.

El otro punto que merece la pena destacar es la “paciencia”. Los ritmos veloces perjudican la capacidad de pararse, de hacer una pausa, pero también de saber esperar, de saber frenar, de quedarse al lado y escuchar. Hay mucha provocación que llama al enfrentamiento, a lo que se suman otros problemas complejos, como la pandemia en los últimos años.

Como epílogo, la invitación a poner en práctica “el apostolado del oído”. Escuchar antes de hablar. Hace poco ha comenzado en la Iglesia un proceso sinodal. La comunión no es el resultado de estrategias y programas, sino que se edifica en la escucha recíproca entre hermanos y hermanas. Como en un coro, la unidad no requiere uniformidad, monotonía, sino pluralidad y variedad de voces, polifonía. Al mismo tiempo, cada voz del coro canta escuchando las otras voces y en relación a la armonía del conjunto. Esta armonía ha sido ideada por el compositor, pero su realización depende de la sinfonía de todas y cada una de las voces.