Alejandra Martínez / Comentario

A casi dos meses del inicio del combate entre Ucrania y Rusia, lejos de salir corriendo ante los disparos de Putin, Zelenski se ha manifestado como un líder ejemplar.  Su figura se ha reforzado con el paso del tiempo, gracias a su carisma y al manejo efectivo de las técnicas de comunicación. Con un liderazgo inspirador, contundente, coherente y empático, ha conseguido influir en los líderes de occidente e incentivarlos a trabajar en equipo por un objetivo común.

Liderazgo inspirador

A diferencia del estilo autoritario de Putin, Zelenski es una persona que se muestra cercano, que busca el diálogo. Apunta a compartir e influir, mas que a imponer o mandar. Esa inspiración va acompañada de una comunicación corporal serena y cercana: tiene barba de varios días; viste camiseta militar, como sus soldados; usa sillas en lugar de pódium; abraza a los periodistas, en vez de recibir tras el parapeto de una mesa larga y distante. Por otro lado, en su estrategia política, pide ayuda internacional, pero no hace un llamado general, sino que va tocando puerta a puerta a cada país, poniéndose como víctima, pero sin hacerse la víctima. Se apela a la responsabilidad de todo el mundo, no busca resolverlo en solitario.

Discurso coherente

Su actuación es coherente con su discurso, mostrando así consistencia en su relato. Ya en la toma de posesión, dijo: “Yo ahora seré el presidente de todos los ucranianos, pero no solo soy yo quien jura el cargo, sino que lo estamos jurando cada uno de los ucranianos; por tanto, cada uno de los ucranianos estamos jurando lealtad a Ucrania”. Ahora, en medio de una guerra, dijo de nuevo: “Usted es presidente de Ucrania, como lo soy yo.” Permanece en el campo de batalla, a pesar de haber tenido la oportunidad de huir a Estados Unidos junto con su familia. Transmite valentía con la fuerza del ejemplo. Mueve a la gente a actuar, pero él es el primero que toma cartas en el asunto. Se queda en Kiev a luchar por su pueblo.

Lenguaje comprensible

No se puede olvidar su carrera profesional de actor. Esto ha jugado a su favor ya que se expresa con un lenguaje poco político y en cambio más humano. No da discursos genéricos sobre economía, política, conflictos. Habla de familias, de niños, utilizando un lenguaje con ideas y frases cercanas, fáciles de memorizar y siempre implicando al destinatario. Como decía Woody Allen: “El 80 % del éxito se basa simplemente en insistir”. Rompe protocolos en los medios de comunicación, habla a la prensa sin miedo, como una persona normal que está sufriendo por su pueblo, pidiendo ayuda.

Zelenski utiliza la comunicación política como arma contra Putin. Tiene una gran capacidad de comunicar y de presentarse ante las cámaras, haciendo que la gente del mundo entero lo perciba como un líder inesperado y sorprendente. Con un conflicto internacional que corre el riesgo de convertirse en una posible tercera guerra mundial, Zelenski está dejando huella en la historia. Su magistral forma de comunicación política ofrece a otros gobiernos mucho que estudiar e imitar.